Como la luna entre estos barrotes, te asomas a la celda de
mi corazón, no soy tu único poeta, eso lo sé, pero soy el que más te ama. Mis
noctívagos deseos me han llevado hasta vos, mi bella, que sos bella como la
noche y peligrosa y prisionera como ella. Como la luna me iluminas el alma en
esta cárcel de mis huesos. No eres la única que he amado, eso lo sabes, pero sí
eres mi musa, como la luna es sólo una. Estaba perdido y nocturna llegaste,
entre vino rojo y sensuales palabras sortílegas. Ahora te espero cada noche y
miro la luna y te escribo en su luz con mis poemas. A veces ella me mira, y me
dice tu nombre.
Carlos Mario Ospina
No hay comentarios:
Publicar un comentario