jueves, 15 de junio de 2017

Ciudad Picótica

Quizá luego tenga la oportunidad de ilustrar lo que escribo ahora con alguna fotografía de la muchas que vi pudieron sacar los organizadores de un evento al que asistí hoy en la cárcel La Picota de Bogotá y que me sorprendió de muchas maneras, todas felices y gratificantes.

Me sorprendió que la cárcel abriera sus puertas a un público tan numeroso para ver el espectáculo organizado. Me sorprendió ver sonido, luces, disfraces y escenografía de evento profesional, transformando la fría atmósfera del aula múltiple de la cárcel en un gran escenario en el que nos dieron la oportunidad de conocer múltiples rostros de la prisión, las cálidas sonrisas, el talento, la satisfacción de un trabajo bien hecho, la alegría del reconocimiento del otro, el entusiasmo de unos hombres que están muy lejos de estar detenidos.Yo lo que vi fue un grupo de hombres libres y empoderados, volando en sus telas y en su imaginación, un grupo de hombres fuertes, creativos y alegres, que hacen las cosas bien y no solo me gustó mucho, sino que me hizo muy feliz.

He tenido la oportunidad de visitar algunas cárceles en el desarrollo de mi trabajo y nunca dejo de sorprenderme de lo bien acogidos que somos los visitantes, uno no espera encontrar en la cárcel tanta amabilidad, tanta ternura, tanta alegría, tanta disposición para hacerte sentir a gusto y para que sepas que el ser humano puede mantener su dignidad entera por encima de todas las circunstancias.

Doy una felicitación muy sincera y muy honda a todos los artistas y un reconocimiento al trabajo de la Fundación Salazar Arango y a todos quienes despojados de prejuicios hacen un trabajo que nos permite a quienes tenemos el privilegio de acompañarlos, reconocernos en cada ser humano y reconocer causas y cauces para nuestras vidas.

Yamile


 https://www.fundacionsalazararango.org/

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