Correo empieza una nueva etapa en la cárcel de Chiquinquirá, nuevos remitentes, nuevas letras, nuevas líneas, nuevas historias. Es muy gratificante ver como una idea se desarrolla y crece, como ésto que pretendía ser una sencilla actividad de trabajo extracurricular es un poderoso motor de comunicación, de creatividad, de conciencia y a veces también de profundo encuentro humano.
¡Gracias!
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